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Small poppies: un grito para no escuchar las opiniones que nos sugieren cortar el césped

Se dice que  Courtney Barnett es una artista que realiza un gran esfuerzo para hacer que su música  suene fácil  . Las letras de esta cantante australiana son simples y se refieren a situaciones muy cotidianas aderezadas con su particular sentido del humor. Pero lo genial de ella es que a través de esta aparente simpleza ha sabido expresar sus agudas reflexiones sobre la vida contemporánea y ha podido tocar los sentimientos de muchas personas alrededor del mundo. Una de mis canciones favoritas de su primer álbum Sometimes I sit and think and sometimes I just sit (2015) es Small poppies (amapolas pequeñas). La canción comienza con una guitarra eléctrica tocada de una manera calmada; las primeras líneas nos hablan de las tareas cotidianas de un miércoles por la mañana y la voz de Courtney suena tranquila.  Conforme se desarrolla la canción; la voz, los instrumentos y la letra van subiendo de intensidad hasta llegar a un punto explosivo; luego, poco a poco, regresa la calma. La canción que comenzó de una forma contenida, en cierto momento se convierte en un grito de desahogo: “¡soñé que te apuñalaba con una gancho para colgar ropa!”. Sobre esta canción Courtney Barnett menciona lo siguiente:

¿Has escuchado sobre el síndrome de las amapolas altas? Es “echar abajo” a las personas que son exitosas, bajarlas a tu nivel. Es una expresión australiana bien conocida: si alguien lo está haciendo realmente bien, le dices que no es así para traerlo de vuelta a la tierra. La canción simplemente trata de personas con fuertes opiniones sobre cosas.

Estas palabras realmente explican muy poco sobre el sentido de la canción, Courtney simplemente explica de donde toma la expresión en la cual se inspiró y el contexto en que se usa. La última frase tampoco nos dice mucho ya que no menciona a qué personas se refiere, ni cuáles son las opiniones de estas personas, ni sobre qué cosas opinan.  Esto hace que se corra el riesgo de interpretar la canción en términos de gente exitosa vs gente fracasada, que es como corrientemente se entiende el llamado síndrome de las amapolas altas.

Para analizar y hacer una mejor interpretación de la canción Small poppies  vayamos a la antigua Grecia y conozcamos cómo se originó la frase “cortar las amapolas altas”.  En el libro V de la Historia de Heródoto de Halicarnaso (aproximadamente 485 - 425 a.C.) se cuenta una anécdota referente a los tiranos Periandro de Corinto y Trasibulo de Mileto (siglo VII a.C). Luego de haberse convertido en tirano, Periandro estaba preocupado por afianzar su recién adquirido poder, por lo cual envió a un mensajero a la corte de Trasibulo en busca de consejos sobre la mejor manera de regir la ciudad de Corinto:

Entonces Trasibulo condujo fuera de la capital al emisario de Periandro, entró con él en un campo sembrado y, mientras recorrían el trigal, empezó a formularle al heraldo repetidas preguntas sobre los motivos de su viaje desde Corinto; y de paso, cada vez que veía que una espiga sobresalía, la tronchaba – hecho lo cual, la arrojaba al suelo - , hasta que, con semejante proceder, acabó por destruir lo más esplendido y granado del trigal. Y, una vez atravesado el labrantío, despidió al heraldo sin haberle dado ni un solo consejo. (Heródoto, V, 92).

El heraldo no entendió el actuar de Trasibulo y se retiró a Corinto para contarle lo sucedido a Periandro. Sin embargo, Periandro sí comprendió cual había sido el mensaje del tirano de Mileto: si deseaba conservar el poder tenía que asesinar a todos los ciudadanos destacados de Corinto. Así fue como procedió Periandro y se convirtió en uno de los tiranos más sanguinarios de la antigua Grecia.



La anécdota es retomada por Aristóteles (384-322 a.C.) en su Política, III, 13 pero intercambiando el papel de los protagonistas; en la obra de Aristóteles es Trasibulo quien busca el consejo y Periandro es quien corta las espigas altas del trigal. De la misma manera lo cuenta Diógenes Laercio (siglo III d. C.) en su libro Vidas de los filósofos ilustres. La razón de este intercambio de papeles parece ser el hecho de que Periandro de Corinto fue uno de los Siete Sabios de Grecia, y para Aristóteles le correspondía más el papel de maestro que el de discípulo. Sin embargo el filósofo Platón (c. 427  - 347 a.C.) no concebía que un hombre sabio fuese un tirano y diera semejantes consejos tan alejados de la justicia, por lo que  no lo incluye en su lista de los Siete Sabios mencionada en el diálogo Protágoras, 343a. Ahora dejemos Grecia y vayamos a Roma.

El historiador romano Tito Livio (59 a.C. – 17 d.C.) “tomó prestada” de Heródoto y la insertó en su Historia de Roma desde su fundación, obra también conocida como Décadas de la historia romana. En este caso los protagonistas son Tarquinio el Soberbio (último rey de Roma de 534 al 509 a.C.) y su hijo Sexto Tarquinio; y las espigas de trigo han sido cambiadas por amapolas. En todo lo demás la anécdota y su sentido sigue siendo el mismo que en Heródoto: Sexto Tarquinio se ha hecho con el poder en la ciudad de Gabios y envía a un mensajero a su padre para solicitarle consejo sobre cómo debería actuar:

No se le dio respuesta alguna de palabra a este mensajero por no parecer, creo, muy de fiar; el rey [Tarquinio el Soberbio] salió al jardín del palacio como para reflexionar, seguido del emisario de su hijo; paseando por allí en silencio iba tronchando, según dicen, con un bastón las amapolas que sobresalían. (Tito Livio, I, 54, 6-9.)

Tito Livio cuenta que el mensajero se cansó de esperar respuesta y fue ante Sexto Tarquinio a relatarle lo sucedido. Cuando el mensajero terminó de hablar Sexto comprendió qué era lo que su padre había querido comunicarle. Acto seguido mandó asesinar a los ciudadanos principales de Gabios.

La historia de Tarquinio el Soberbio ha sido retomada en varios momentos a lo largo del tiempo. Apareció en el periódico inglés The Observator, en 1701, donde las amapolas altas se usan como una metáfora de la nobleza. Hay documentación que demuestra el uso de la frase “cortar las amapolas altas” en periódicos del siglo XIX en Sídney, pero ésta se popularizó en Australia y Nueva Zelanda hasta 1984 con la publicación del libro Tall poppies de la escritora Susan Mitchell. En este libro, las “amapolas altas” eran nueve mujeres exitosas australianas quienes habías sido entrevistadas por Mitchell. Esto le da una nueva connotación a la frase “cortar las amapolas alta” ya que hace referencia a los ataques y críticas que las mujeres sufren al tratar de destacar profesionalmente en un ambiente machista.

En la actualidad, el llamado “síndrome de las amapolas altas”, es un término que se ha ido popularizando gracias a las publicaciones y cursos de superación personal. Libros y talleres donde se venden las recetas para triunfar en nuestro mundo capitalista mencionan que si se quiere ser una amapola alta (una persona de éxito), se deberá hacer caso omiso a las críticas de las personas fracasadas (amapolas chicas) que solamente buscarán sabotearnos por envidia. Una amapola exitosa deberá por lo tanto ignorar las opiniones de los fracasados y disfrutará de su éxito rechazando la falsa modestia. Es decir, lo que se busca es fomentar la mentalidad de competencia y el egoísmo como cualidades para el triunfo.



Como vemos, la metáfora de cortar las amapolas altas ha sido interpretada de distintas maneras y su significado ha ido cambiando a lo largo de la historia. En la obra de Heródoto se utiliza para describir los males causados por la tiranía en contraposición a otras formas de gobierno que se consideraban más justas como la isonomía (democracia). Asesinar a las personas destacables para conservar su poder era una acción propia de la crueldad de los tiranos. Tito Livio la usa de manera similar, Tarquinio el Soberbio y su hijo Sexto Tarquinio son ejemplos de la decadencia moral de los reyes de Roma, los cuales fueron expulsados de la ciudad para establecer una mejor forma de gobierno: la República. En el siglo XVIII toma un significado conservador, donde las amapolas altas es la nobleza amenazada por las clases populares. En los años 80’s del siglo XX, las amapolas altas son las mujeres atacadas por el machismo y en la actualidad son los emprendedores en busca del éxito económico saboteados por una sociedad conformista y fracasada.  

Ahora debemos de preguntarnos cuál es el sentido que le da Courtney Barnett a la historia de las amapolas altas. ¿Debemos entenderla de acuerdo al uso corriente que se le da en nuestros días? Es decir, en el sentido de gente exitosa vs gente fracasada. ¿Es Small poppies una canción sobre superación personal? Me parece que la respuesta es negativa ya que esta es una interpretación excluyente; se trata de hacer una división entre las personas de acuerdo a estándares económicos. Esta forma de interpretar la canción no va de acuerdo a la personalidad de Courtney Barnett. Los fans de Courtney conocemos su preocupación por causas sociales como los derechos de las mujeres, de los grupos lgbtq, y la población aborigen australiana. Es decir, sus acciones van encaminadas hacia la inclusión, no hacia la exclusión. Esto se puede observar en la primera estrofa de la canción:

Miro el césped, es miércoles en la mañana
Necesita ser podado, pero yo lo dejo crecer
Todos los diferentes tamaños y todos los tonos de verde
Recortarlo simplemente me parece algo malvado.

Aquí debemos entender que el césped sustituye al trigal y a las amapolas que encontramos en  las anécdotas de Heródoto y Tito Livio; y que al contrario de éstas, aquí el personaje no corta la hierba porque siente que está mal hacerlo. Por lo tanto el personaje de la canción es la contraparte de los tiranos Periandro y Tarquinio. Ahora bien, si en la obra de Heródoto y Tito Livio las amapolas altas eran la representación de los ciudadanos principales que amenazaban el poder de los tiranos, ¿qué es el césped en la canción de Courtney Barnett? Me parece que en el caso de Small poppies, el césped es la diversidad de gente y de estilos de vida que busca crecer y desarrollarse en libertad; no son personas ni mejores ni peores, son simplemente distintas. Son todos esos diferentes tamaños y tonos de verde de los que habla la canción y que son objeto de las críticas de esas personas que buscan que la sociedad siga cuadrada, homogénea y uniforme. Es una canción que crítica a esas personas que siempre tienen una opinión contraria a los movimientos feministas, una opinión en contra de los derechos lgbtq, que criminalizan con sus comentarios a los migrantes, que creen que debe haber jerarquías sociales y económicas; o que simplemente piensan que todos debemos llevar el mismo estilo de vida tradicional y acorde a ciertos valores morales, económicos y hasta estéticos: cómo debes actuar, cuánto dinero debes tener, cómo te tienes que ver. La canción de Courtney Barnett es un grito contra estas “pequeñas amapolas” que tienen miedo a lo diferente, a la diversidad propia de la Naturaleza.



Luego de estas cuatro primeras líneas de la canción, que podemos considerar concernientes a un ámbito social amplio, la canción se vuele más personal e íntima. Las canciones de Courtney Barnett tienen la característica de ser muy honestas, de hablar de lo que ella piensa, de lo que siente, de sus miedos y de los sucesos que le han ocurrido. Small poppies también es una canción acerca de cómo ella ha tenido que soportar las críticas y opiniones de personas que la lastimaron.  La letra de la canción no nos permite conocer a ciencia cierta qué aspectos de su vida fueron objeto de crítica. Esta ambigüedad es una ventaja para la canción, ya que permite varias interpretaciones y hace que cualquier persona que haya sido lastimada por medio de comentarios crueles pueda identificarse en ella y participar de la catarsis. La letra de la canción continúa de esta manera:

De alguna forma es una pena que te hayas alejado
Pensando que es solamente un juego.
¿Quién soy yo para negarme a ser un peón para tu uso?
Al final del día es un dolor seguir viendo tu nombre
Pero estoy segura de que es aburrido ser tú.

Estas frases hablan sobre una persona que la hirió y luego se alejó sin importarle siquiera del dolor causado. Es muy posible que esa persona haya sido un amigo o un familiar. La última línea puede interpretarse como un rechazo a ser como la otra persona.

No sé exactamente quién soy, pero hombre, lo estoy intentando
Cometo errores hasta hacerlo bien
Un ojo por ojo, por ojo, por ojo, por ojo
No estoy de acuerdo con eso, ¿por qué simplemente no podemos hablar bien?

En este punto de la canción todavía se intenta hablar con la persona que le hizo daño. Acepta sus errores como una manera de propiciar la reconciliación y se hace un rechazo a la venganza y al rencor.

¡Oh! La calamidad, quiero dormir por una eternidad.
¿Quién soy yo para negarme a ser un peón?
¡Oh! La humanidad, quiero desaparecer en la oscuridad.
Pero estoy segura de que es aburrido ser tú.

Estas líneas hablan de decepción, tal vez por comprobar la imposibilidad de un diálogo con la otra persona. Nuevamente se habla del rechazo a ser como la otra persona (cuadrada).

No sé exactamente quién soy, pero hombre, lo estoy intentando.
Cometo errores hasta hacerlo bien.
Un ojo por ojo, por ojo, por ojo, por ojo.
Solía odiarme a mí misma pero ahora creo que estoy en lo correcto.

Me parece que esta estrofa es clave: nuevamente ella acepta que no es perfecta, que comete errores; pero esta vez no es con el fin de buscar la reconciliación. Lo que hace ahora es aceptarse como es y desechar las críticas y las opiniones hirientes de la otra persona; es el comienzo de una liberación. Esto se demuestra también en la música, la cual comienza a tomar un ritmo más acelerado.

No sé exactamente quién soy, pero hombre, lo estoy intentando.
Cometo errores hasta hacerlo bien.
Un ojo por ojo, por ojo, por ojo, por ojo.
Soñé que te apuñalaba con un gancho para colgar ropa.

En estas líneas se produce la catarsis liberadora de la canción. Después de aceptarse a sí misma y rechazar las críticas hirientes que recibió, se da el permiso de sacar ese enojo en contra de quien la lastimó, ese enojo que se materializa en la última frase. Es una toma de conciencia sobre todo el dolor que pueden causar esas personas con sus opiniones y comentarios. Poder expresar el rencor guardado por mucho tiempo hace que lentamente todo vuelva a la calma.


                                                          Small Poppies (2015)

La canción es al final de cuentas la historia de un proceso de autoaceptación y sanación. Courtney Barnett rescata la metáfora de las “amapolas altas” de la filosofía barata de la superación personal y además le da la vuelta a la anécdota clásica de Heródoto y Tito Livio, dándole un significado completamente diferente. Ya no se tiene un significado excluyente sino uno en favor de la inclusión y de la aceptación de las diversas formas de vivir la vida. Sabemos que siempre habrá personas que nos digan que lo que hacemos está mal, que su visión del mundo es la correcta y que se burlen de nuestra manera de pensar, sentir o actuar. Nos pueden herir y hacer enojar pero nosotros podemos mandar al diablo sus opiniones y sanar nuestras heridas poco a poco con algo de música.  




Además de la versión del álbum recomiendo escuchar la versión en vivo del Pitchfork Music Festival 2018.


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