Cuando la gran voz de aquellos que han hecho historia en la música se extingue nos duele a todos. Es parte de lo efímero del arte y a la vez, es el proceso de la creación de una leyenda. Una leyenda del rock en voz femenina se consolida hoy con el repentino fallecimiento de Dolores O'Riordan, vocalista de The Cranberries.
La fuerza de su acento irlandés mientras cantaba (el cual nunca ocultó, como otras bandas de dicha región) reflejaba la historia lírica celta que aún se respira en esos esmeraldas campos de tréboles rodeados de imponentes aguas, convirtiendo las letras de sus canciones en himnos que resonaron por todo el mundo en la década de los 90's, llegando a vender más de 40 millones de copias y a convertirse en una de las pocas bandas de rock, punk, folk y pop irlandesa que era liderada por una voz femenina y levantaba los aplausos del mundo.
Su voz y su guitarra inspiraron a una generación de féminas a tomar los micrófonos, el reto siempre fue cantar Zombie con la maestría que ella poseía, también la rebeldía de su look modificó los closets y la sencillez con que actuaba frente al público fue una clase de humildad musical que debían de poseer aquellos que se plantaban frente a un escenario.
Deja en su carrera artística 6 discos junto con The Cranberries y uno como solista, en los que participaba en su producción y en la composición y escritura de las letras de las canciones, dándonos una idea de lo apasionada que era de la música y de la nula necesidad de modificar su voz en el estudio, de lo cual podemos darnos cuenta en sus conciertos, principalmente en los acústicos, donde su sangre irlandesa resonaba más que nunca.
El equipo creativo de High on Decibels lamentamos a la voz que se apaga, pero reconocemos siempre a la leyenda que se crea.
Buen camino a la inmortalidad, Dolores.
~M. Bouttier.
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