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Luces, cámara y música.



La música tiene un papel de gran importancia en las películas, y esto ha sido así incluso desde que el cine era silente. En los teatros donde se exhibían películas mudas era necesario que hubiera alguien que tocara la pianola para acompañar la acción de las imágenes. Con el paso al cine sonoro la música fue cobrando un papel cada vez más importante, ya no solamente como mera música de acompañamiento sino que en ocasiones llegó a robarse el protagonismo de las películas. Frecuentemente escuchamos alguna canción e inmediatamente la identificamos con cierta película. En la historia del cine ha habido momentos donde la música juega un rol tan poderoso que hace que las imágenes que estamos viendo nos golpeen con mayor fuerza, amplificando su capacidad de transmitir diversos sentimientos y estados de ánimo. En esta ocasión haré una lista de algunos de mis momentos favoritos donde la música y las imágenes cinematográficas se combinan de una manera sublime y que hace que queramos ver esas escenas una y otra vez.




Stanley Kubrick fue uno de los directores de cine que mejor supo  explotar el poder de la música en sus películas. Es imposible olvidar escenas icónicas de la historia del cine como las que aparecen en 2001 A Space Odyssey donde usa la música de Richard Strauss (Así habló Zaratustra op. 30) y Johann Strauss (El Danubio Azul), en Barry Lyndon donde usó la Sarabanda de George Frederic Handel o en Full Metal Jacket con la música de The Rolling Stones. Pero es en A Clockwork Orange donde la música es la protagonista de la historia junto al criminal Alex DeLarge. La forma en que inicia la película con la Música para el Funeral de la Reina Mary del compositor inglés del siglo XVII Henry Purcell, en una versión electrónica hecha por la artista Wendy Carlos, hace que el espectador quede atrapado en esta historia desde los créditos iniciales.  



¿Qué sería del cine sin la música de Ennio Morricone? Este mítico compositor italiano que ha trabajado en más de una centena de películas para muchos de los mejores directores de la historia dejó, una huella imborrable en la película de Sergio Leone, The Good, the Bad and the Ugly, tanto que es imposible pensar en está película sin que su música empiece a sonar en nuestra cabeza. De las muchas piezas maravillosas que hay en este spaghetti western elegí The ecstasy of gold, donde podemos ver como la música acompaña perfectamente esta escena donde El Tuco corre de emoción creyendo que por fin encontrará ese tesoro por el cual ha pasado tantas vicisitudes y que por fin ayudará a saciar su enorme ambición. Pero nosotros ya sabemos como terminará esto.



Las películas de Martin Scorsese son un constante bombardeo de imágenes impactantes y buena música, de entre todas las películas que se pudieran mencionar (Mean Streets, Goodfellas, Casino, Wolf of Wall Street, The Departed) donde este director hace uso de un gran repertorio musical, sobre todo de The Rolling Stones, escogí el final de Gangs of New York. Desde que vi por primera vez esta película me quedé impactado por la forma en que termina y por la música final compuesta por U2. Esa escena donde poco a poco vemos la transformación de Nueva York a través del tiempo es uno de los mayores homenajes fílmicos que se le han hecho a esta ciudad, y vaya que se le han hecho varios.



¿Qué puede ser más cool que Ryan Gosling conduciendo de noche por las calles de Los Ángeles acompañado de buena música? El director de Drive, Nicolas Winding Refn realmente hizo un trabajo de primera al elegir las canciones para este western urbano. La canción con la que abre esta película es Nightcall del músico Kavinsky, donde el sonido ochentero y la voz de Lovefoxxx, cantante de la banda brasileña Cansei de Ser Sexi (CSS) hacen que uno sienta ganas de salir a conducir sin rumbo de inmediato. Aunque claro que de ninguna manera nos veremos como Ryan Gosling.




Cuando vamos a ver una película de Quentin Tarantino sabemos de antemano que nos encontraremos con diálogos inteligentes y divertidos, mucha violencia, humor negro, un manejo de la cámara magistral y excelente música. El amor que tiene Tarantino por el cine es igual de grande que el que tiene por la música. Desde Reservoir Dogs, donde la película empieza con una conversación sobre Madonna, no existe una película de Tarantino donde no haya un buen momento musical. Uno de mis favoritos es la escena final de Kill Bill vol. 2 donde a ritmo de la  Malagueña Salerosa en versión de Chingón, la banda de Robert Rodríguez, se nos muestra a todos los actores que participaron en los dos volúmenes de la película. Creo que esta clase de cosas sólo se le pueden ocurrir a un loco genial como Tarantino. 




El atardecer en el cielo de Durango y el rostro de tristeza de Katy Jurado son el marco perfecto para la canción  Knockin' on Heaven's Door de Bod Dylan, canción que fue compuesta para esta película del director Sam Peckinpah, Pat Garrett and Billy the Kid. La canción habla alguien que está a punto de morir, alguien que vivió como un sherriff del Viejo Oeste y que a manera de despedida le dice a su esposa que su placa y su pistola ya no podrán ser usadas nunca más. Debo admitir que cada que veo esta escena se humedecen mis ojos. 



Call Me By Your Name es una película que estéticamente es una maravilla. Algún lugar en el Norte de Italia durante el verano de 1983 es el escenario donde se desarrolla la historia de amor entre Elio, un joven de diecisiete años  y Oliver, un hombre mucho mayor que él. Estos personajes se encuentran rodeados de belleza, de arte, y por supuesto, de música hermosa. El cantante estadounidense Sufjan Stevens compuso varias canciones para esta película y Visions of Gideon es mi favorita de este soundtrack. 

La música y el cine son dos artes que se complementan naturalmente, a través de nuestros ojos y oídos podemos recibir un sinfín de emociones, por eso es que una escena con una excelente música deja una marca indeleble en nuestras mentes. ¿Cuáles son sus momentos musicales favoritos del cine?



_Franco


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